Para la mayoría de las personas, hablar delante de mucha gente supone una gran dificultad. Si estás acostumbrado a escuchar a profesionales dando discursos y te preguntas cómo lo harán, seguramente han aplicado o aplican técnicas de public speaking y consejos para superar el miedo a hablar en público.
Porque la capacidad de dirigirse a grandes audiencias solo le sale natural a unos pocos. Una especie de don. Para los demás, consiste en aprender a hacerlo. Es por ello que hemos recopilado para ti 6 consejos o trucos que te ayudarán a combatir el pánico escénico y mejorar tus habilidades a la hora de hablar en público. Eso sí, debes tener contigo ganas de superarte, y dejar a un lado la vergüenza y el miedo al ridículo.
Si sigues estos consejos, ¡tú también lo conseguirás!
1. Encuentra un tema más poderoso que el miedo
Cuando te apasiona algo, es probable que conozcas muchos datos sobre ese tema, ya que has investigado mucho por tu cuenta. Encontrar un tema de tu gusto te hará sentir más cómodo al hablar sobre él.
Así que si tienes libertad y no estás preparándote para una entrevista de trabajo, utiliza tus primeros “discursos” con la intención de superar tu miedo a hablar en público, hablando de temas que dominas ampliamente. Eso hará que la confianza en ti aumente y que puedas, gradualmente, hablar de cualquier cosa delante de mucha gente.
Además, las dudas por parte del público pueden surgir y tú estás allí para solventarlas. Es normal que no tengas el conocimiento absoluto, pero saber dar respuestas que dejen satisfecho a tu público es vital.
2. Piensa en cómo te presentas
¿Qué es lo que normalmente haces y te dices a ti mismo? Enumera algunas cosas comunes que haces cuando temes hablar ante una audiencia.
Seguramente evitas mirar al público, te recuerdas a ti mismo que terminará pronto, repasas el discurso lo más rápido posible… Sin embargo, estos métodos realmente pueden hacer que te sientas más ansioso. ¿Quieres superar tu miedo a hablar en público? Empieza por corregir esos tics que no te ayudan.
Lo primero que debes tener es presencia y seguridad. Déjale saber al público que te sientes cómodo al estar allí hablándoles. Muestra una presencia agradable a la vista: esto implica cómo te vistes, cómo te sientes y cómo actúas.
3. Controla tu gesticulación
Mantener la atención del público no es solo desarrollar el tema a tratar. Lograr que tus gestos capten la vista de las personas hará más sencillo que te presten atención. Tus gestos no pueden ser excesivas para que tampoco desvíen la atención de ti y tu mensaje. Usa tu rostro y expresiones, así como tus manos y la movilización por el espacio donde te encuentras.
4. Estudia a tu público y el contexto.
No es lo mismo dirigirse a niños o adultos, a personas que pueden tener conocimientos afines al tema o novatos. El discurso y tu comportamiento deben amoldarse a cada situación.
5. Aprende a controlar tu respiración
Aprender a controlar tu respiración es fundamental para calmar los nervios que surgen justo antes de un discurso. A menudo, nuestra respiración acompaña nuestro estado mental. Pero… ¡sorpresa! También ocurre a la inversa. Si aprendes a controlar el estado de tu respiración, puedes cambiar tu estado emocional.
Tomarte un momento para notar tus respiraciones rápidas y luego respirar más largo y profundo, te calmará gradualmente hasta que recuperes el control de la situación. Esto es muy útil porque es algo que puedes hacer en cualquier momento, siempre que notes que surja el nerviosismo.
6. Practicar y practicar
Este último consejo no debería sorprender a nadie. Al igual que cualquier otra habilidad, aprender a hablar en público como un profesional requiere práctica. Si lo haces con el propio material que luego utilizarás en un discurso, aún mejor. Porque cuanto más domines el tema sobre el que vas a hablar, más confianza tendrás.
Existen muchas formas de practicar, pero la mejor va de la mano de profesionales. Por eso, no dudes en contactarnos si quieres contar con nuestra ayuda y experiencia en técnicas de hablar en público.
BONUS. ¡ACTITUD y capacidad de improvisación!
No importa si en algún momento pierdes el hilo de tu ponencia, improvisa y sigue adelante. ¡El público no sabe el contenido de tu guion! No tiene por qué notar que te perdiste o que quizás cometiste algún error. Sonríe siempre y mantén una actitud ganadora. No le tengas miedo a las notas o material de apoyo, siempre y cuando este no se vuelva una muletilla. Ten estas fichas a la mano de forma organizada, de manera que puedas ojearle rápidamente sin interrumpir la dinámica.
¡Tú puedes hacerlo!
En conclusión, usa todo el entorno a tu favor. Conócete, conoce de lo que hablas, a tu público y podrás disfrutar del momento y el aprendizaje que este puede dejarte. Todo espacio nuevo es una oportunidad para enseñar y aprender. Puedes ser quién vaya a dar el mensaje en primera instancia, pero siempre deja las puertas abiertas al conocimiento y a lo que puedan aportar aquellos a quienes les estás hablando.